Manifiesto

Edit free photo of L,letter,letter l,simple,alphabet - needpix.coma contaminación por plásticos, junto al cambio climático y la pérdida de biodiversidad son las mayores amenazas globales a las que se enfrenta la humanidad y están íntimamente relacionadas.

Desde los años 50 del siglo XX, cuando comenzó a usarse masivamente el plástico, se han producido 8200 millones de toneladas, de las que 6000 millones son actualmente residuos que contaminan nuestro planeta, ya que menos del 10% se recicla.

Granada es la tercera ciudad con mayor contaminación atmosférica de España y tiene un gran déficit de arbolado y zonas verdes. Sin embargo, en los últimos años han proliferado amplias zonas cubiertas por césped artificial plástico (unas 8 Ha), tanto entre los raíles del metro como en rotondas y medianas de Granada y su Área Metropolitana (AM). En muchas ocasiones, la cubierta vegetal que cubría estas zonas ha sido eliminada y sustituida por césped plástico.

El uso del plástico como recubrimiento en las calles de la ciudad se inició con la construcción de la línea 1 del metro, a pesar de que en febrero de 2013 el informe técnico realizado por Botánicos de la UGR, desaconsejaba su utilización: “No parece adecuada la gran extensión de este césped artificial que contempla el proyecto, utilizándolo en unos casos como sustituto de la vegetación natural (todas las rotondas y numerosos parterres del tramo que podrían acoger planta viva). O utilizándolo como opción de pavimento en zonas dentro y fuera del gálibo libre de obstáculos”.

A la enorme masa de césped plástico actualmente existente en Granada y su AM hay ahora que sumarle la que se proyecta poner en el trazado de la nueva línea del metro, Armilla, Churriana, Las Gabias, donde ocho de los catorce tramos tienen césped artificial entre las vías y sus aledaños y, en todos, existen rotondas y otras “zonas verdes” cubiertas de césped plástico.

A pesar de las evidencias científicas que demuestran que el uso del plástico como recubrimiento urbano no es aceptable por razones de salud pública y ambiental y a pesar de que desde la UE y la ONU se insta a reducir el uso de plástico, Técnicos de la Junta de Andalucía y de la Diputación de Granada ven conveniente cubrir grandes extensiones de terreno con un material plástico altamente contaminante y totalmente prescindible. En lugar de césped plástico se puede utilizar una cubierta mineral dura como los adoquines o una cubierta vegetal de bajas necesidades hídricas y bajo mantenimiento. ¿Por qué poner césped plástico? ¿Ignorancia o intereses económicos?

Razones para no usar césped plástico como recubrimiento urbano

1. El césped plástico cuando se degrada forma micro y nanoplásticos que contaminan todos los ecosistemas y llegan finalmente al ser humano. El césped plástico está formado por una mezcla de plásticos: polietileno, polipropileno, poliuretano, etc. a la que se añaden en forma de aditivos centenares de sustancias químicas altamente tóxicas para aumentar su durabilidad. Con el tiempo, se degradan y se rompen en pequeñas partículas que contaminan el aire, el suelo y que son arrastradas por el agua y llegan a los ríos y finalmente al mar. En un reciente estudio desarrollado por la Universidades de Barcelona y Cádiz se demuestra la existencia de fibras de polietileno y polipropileno de más de 5mm procedentes del césped artificial en las aguas de la costa barcelonesa y en la desembocadura del Guadalquivir en una concentración de hasta 200.000 fibras de polietileno y polipropileno por km² en la superficie marina y hasta 20.000 fibras al día en aguas fluviales.

2. El césped plástico tiene una duración limitada y hay que sustituirlo cada diez o doce años, no es reciclable y su eliminación es altamente contaminante. A pesar de los muchos aditivos que lleva el césped artificial para aumentar su durabilidad, trascurridos diez o doce años hay que retirarlo pues su exposición a las radiaciones solares, a la presión y humedad hace que se degrade y sea necesario sustituirlo por otro. Esto genera una gran cantidad de residuos, imposibles de reciclar, que finalmente van a vertederos donde se incineran liberando a la atmósfera CO2, gases tóxicos como dioxinas y furanos, metales pesados y partículas de nanoplásticos.

3. El césped plástico es un derivado del petróleo y emite durante todo su ciclo vital gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático. Durante su producción y eliminación emite gases de efecto invernadero. Además, durante su uso, al exponerse a las temperaturas ambientales, emite gases como etileno y metano que son perjudiciales para la salud y contribuyen al calentamiento global.

4. El césped plástico contribuye al efecto isla de calor en las ciudades, pues absorbe la radiación solar y se calienta, alcanzando una temperatura superior a 60ºC, mucho más elevada que la que alcanza el adoquinado y el asfalto en las mismas condiciones de exposición solar. Después irradia este calor al ambiente. Se comporta como un enorme radiador que está continuamente emitiendo calor, por lo que contribuye mucho más intensamente al efecto la isla de calor en la ciudad que otras superficies cubiertas por materiales minerales. Por ello, en Granada, la ciudad andaluza donde más ha aumentado
la temperatura media debido al cambio climático y al efecto isla de calor, utilizar el césped plástico como material de recubrimiento es un sinsentido que afecta negativamente a la salud de los ciudadanos y la habitabilidad de la ciudad.

5. Los microplásticos y nanoplásticos en los que se degrada el césped plástico penetran en el cuerpo humano a través del agua, comida y aire y provocan graves problemas de salud. Diversas investigaciones han encontrado distintos tipos de plásticos y sus aditivos en la sangre, leche materna, placenta, orina, entre otros órganos y fluidos de las personas investigadas. Estos compuestos químicos actúan como cancerígenos, neurotóxicos y disruptores hormonales que se asocian con un mayor riesgo de padecer cáncer de mama, cáncer de próstata, hipotiroidismo, obesidad, infertilidad, diabetes, déficit de atención e hiperactividad en niños, entre otras alteraciones hormonales y
metabólicas.

6. Para colocar el césped plástico es necesario hormigonar previamente el suelo. Con ello se pierde la permeabilidad del suelo, lo que implica que el agua no percole, ni se recarguen los acuíferos. Además, todas las partículas contaminantes como metales pesados o pólenes que antes pasaban directamente al suelo y eran retirados del ambiente, se quedan ahora atrapados en el césped artificial y al llover o con el viento todas esas partículas contaminantes son dispersadas y devueltas al ambiente.

7. El césped artificial actúa como un velcro en el que todo se queda pegado: chicles, orina y deyecciones de animales, fluidos orgánicos de diversa índole, aceites, metales pesados, etc. Su limpieza es muy problemática y el acúmulo de materia orgánica provoca la proliferación de hongos y bacterias que pueden ser peligrosas para la salud Aunque su color sea verde y se utilice como sustituto de la vegetación urbana, el césped artificial no realiza ninguna de las funciones de las plantas: no produce oxígeno, no absorbe CO2 y otros contaminantes procedentes de la quema de combustibles fósiles, no libera vapor de agua y, por tanto, no rebaja la temperatura del ambiente, no
absorbe los ruidos y no proporciona el bienestar físico y mental que nos aportan las plantas.

9. El césped plástico disminuye la biodiversidad de los lugares donde se encuentra. Investigaciones científicas han demostrado la disminución de la biodiversidad urbana en zonas con presencia de césped artificial plástico. En ellas el número de aves, insectos, pequeños reptiles, etc. es muy inferior a zonas donde existe césped natural o recubrimientos vegetales.

10. El césped plástico es una aberración estética, una falsificación, un trampantojo, que no mejora nuestra salud física y mental. La biofilia es la afinidad innata que los humanos sentimos hacia la naturaleza, la existencia de un vínculo emocional con las plantas y los seres vivos. En nuestras ciudades de asfalto y hormigón, introducimos árboles y zonas verdes por estética, para que mejore la calidad del aire, para que vivan en ellos otros seres vivos, pero también, porque las plantas nos hacen sentir mejor, física y mentalmente. Sustituir la naturaleza por plástico de color verde es un atentado contra la inteligencia y la salud de todos los ciudadanos.

Por todo ello, los abajo firmantes EXPRESAN su oposición a la instalación de césped plástico (césped artificial) en el proyecto de ampliación Sur del Metro de Granada por Armilla, Churriana y Las Gabias. También se oponen a que, una vez haya acabado la vida útil del césped plástico que actualmente cubre gran parte de la línea 1 del metro, sea sustituido por más césped artificial.

SOLICITAN a la Consejería de Fomento y a la Diputación de Granada que no se use césped plástico como recubrimiento urbano ni en este proyecto del metro, ni en ningún otro, pues es totalmente prescindible. Así mismo, solicitan al Ayuntamiento de Granada y a los Ayuntamientos del AM que sean retiradas todas las superficies plásticas que cubren sus rotondas, medianas y zonas ajardinadas y sean sustituidas por vegetación natural.

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